Esto aporta dos ventajas, una vez que están satisfechas obviamente la demanda de clases relacionadas con la enseñanza primaria, ESO y Bachillerato; por un lado se abre el abanico de actividades formativas que se pueden ofertar a cada vez mas amplios sectores de la población, y por otro se mejora sustancialmente la franja salarial en la que se mueven los profesionales de la docencia a particulares.
Por otro lado una distribución demográfica tan dispersa como la que presenta la Comunidad de Madrid en la actualidad y especialmente en la periferia permite plantear el funcionamiento de Iberclase La Sierra con un criterio similar al que encontramos en otros lugares, especialmente del mundo anglosajón, donde un acceso mas complicado a los domicilios y a los lugares donde se realiza la accion formativa, especialmente en invierno, requiere de soluciones imaginativas y "ad hoc" para plena satisfacción de padres y alumnos, asi como para facilitar al máximo el trabajo de los docentes.
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